Itapúa pasó con zozobra, Prowan con holgura; ambos están en semifinales

jugados el 5-12-08-cat.A-torneo Clausura-cuartos de final-vuelta

Los pileteros caían 3 a 0 con Saavedra y se despedían, pero descontó con polémica y al final empató. Los transportistas liquidaron a Cocacolero por 7 a 3.

(por Mariano Bachiller - marianobachiller@solofutsal.com.ar). No le hace bien a nadie. Hay que revisar un par de cuestiones. Si muchas veces los arbitrajes no convencen significa algo, pero la protesta, el reclamo, el insulto se han convertido en parte de la cultura de nuestra disciplina, y no debería ser así. Además, cuando se pide algo que a las claras no fue, posteriores quejas pierden legitimidad. Por ello, los problemas suscitados principalmente el viernes en el encuentro entre Saavedra e Itapúa (aunque no limitan sólo a este) deben llamarnos a la reflexión sobre lo que queremos para nuestro futsal. Todos, dirigentes, jugadores, árbitros y demás personas involucradas de alguna manera, debemos hacer un click y rever todas y cada una de las actitudes que nos llevan a complicar más aún la situación.

Las manos Rojas y no de aplaudir
La historia estuvo cerca de cambiar. Instituto Saavedra necesitaba ganar por tres goles de diferencia para dar vuelta la serie y meterse en semis. Y lo lograba, merced, en gran parte, a la actuación descomunal de su arquero Magno Rojas, quien, además de sus sensacionales atajadas tuvo una cuota enorme de eso que se indica con los dedos índice y pulgar de ambas manos en forma de paréntesis. Claro que él no tuvo mucho tiempo para andar haciendo gestos, porque otra vez tenía que volar para evitar el gol.

Por eso, mientras Saavedra se puso en ventaja con el "Rata" Asprella a medio minuto del pitazo inicial y aumentó con un desborde de "Cana" Martínez que Ortiz empujó el gol, Itapúa reventó tres veces el palo y estuvo cerca de marcar. Pero lo de los pileteros no fue sólo por las intervenciones del arquero rival. También estuvieron imprecisos, equivocaron muchas veces el camino y fallaron por errores propios al definir. Se fue así un primer tiempo que dejaba abierta la serie, y en el que los dos desperdiciaron situaciones claras.

Los académicos metieron a los 3 minutos el necesario gol para poner las cosas a su favor: Martínez se la llevó en la contra y abrió a la derecha para el derechazo medido de Piró. Con el correr de los minutos, Saavedra se replegó, la posterior expulsión del brasileño Diego le restó volumen de juego e Itapúa empezó a llegar con mayor asiduidad, lo que generó despejes a medias, apurados, salvadas in extremis. Los albicelestes se cargaron innecesariamente de faltas, pero llegó el primero de los fallos polémicos: López recibió de espaldas al arco, Diego lo chocó levemente de atrás y los árbitros marcaron el sexto foul, que Allou transformó en el gol que empató la serie (5 a 3 en la ida) y le daba por entonces el pase a Itapúa por ventaja deportiva.

Allí se empezó a desbandar todo, más aún cuando una mano de Rogelio Correa en su propia bomba no fue sancionada como penal. Luego, dos tantos más de "Koki" Allou decretaron el empate en un partido que fue muy bueno mientras duró, pero que terminó mal.

El campeón afila las garras
Otro arranque flojo, más dudas, una clasificación no tan apretada pero no todo lo holgada que se podía esperar, pero ya está aquí de nuevo. Transporte Prowan se metió entre los cuatro mejores del Clausura luego de vencer sin atenuantes a Cocacolero por 7 a 3 (la ida fue 6 a 3). Coca salió decidido a jugarse el todo por el todo, pero no encontró argumentos valederos, y los transportistas, mejor armados, lo liquidaron. Vallejos tomó un buscapié de Bruno Ruiz Díaz y marcó el primero, y el propio "Chocho" puso el 2 a 0.

Una bomba de Martínez, quien actuó como arquero volante luego de los primeros minutos del encuentro, descontó en el amanecer del complemento, pero "Willy" Brajkovic, tras otra asistencia del menor de los Ruiz Díaz, estiró rápidamente la ventaja. Diez minutos de poco juego y nula incertidumbre siguieron a ese tanto, hasta que Martínez, adelantado, dio un rebote y otra vez Bruno Ruiz Díaz se hizo presente. Empezó la lluvia de goles, que continuó con un Galeano atentó para clavarla desde su propio campo luego de que el arquero saliera a rematar y siguió con una definición de Ocampos. Gómez descontó desde los 9 metros, pero duró poco la reacción de Cocacolero, porque Brajkovic se la robó al arquero y marcó el séptimo. El Mono Verón, en una acción individual con diagonal hacia adentro y derechazo cruzado, puso cifras definitivas.-

No hay comentarios.: